Detección Temprana
Una de nuestras principales prioridades es educar a las mujeres sobre lo que pueden hacer para ser proactivas con su salud mamaria. El conocimiento y la detección temprana salvan vidas.
Examen de Bienestar Femenino
Se recomienda que las mujeres visiten a su médico de atención primaria o ginecólogo cada año para su Examen de Bienestar Anual. Además de un examen rutinario pélvico y una prueba de Papanicolaou cada tercer año, el médico también puede realizar un examen clínico de mama para detectar cualquier anormalidad. El Examen de Bienestar Femenino es una excelente oportunidad para hablar con tu proveedor de salud sobre cualquier duda o preocupación que tengas respecto a la salud de tus senos. Por ejemplo, tu médico puede ayudarte a determinar la frecuencia más apropiada de los pasos de detección temprana que sean adecuados para ti.
Autoexamen de Mama
¿Qué es un autoexamen de mama?
Un autoexamen de mama es una herramienta de detección temprana en la cual revisas tus senos de manera física y visual para ayudar a detectar cualquier señal o síntoma de cáncer de mama.
El objetivo es que te familiarices con cómo se ven y se sienten tus senos normalmente para que puedas notar cualquier cambio, como un bulto nuevo, cambios en la piel o en los pezones. Si encuentras algo diferente durante el autoexamen, es importante informárselo de inmediato a tu médico.
Aunque el autoexamen es una herramienta útil para la detección temprana del cáncer de mama, no debe reemplazar las mamografías y exámenes clínicos de senos regulares.
¿Con qué frecuencia se debe realizar un autoexamen mamario?
Se recomienda que las mujeres adultas de todas las edades realicen un autoexamen mamario al menos una vez al mes. Para las mujeres que aún menstrúan, el autoexamen mamario debe realizarse de 7 a 10 días después de que termine su periodo. Para aquellas que están en la menopausia, debe realizarse el mismo día de cada mes, por ejemplo, el 1 o el 15 día del mes.
¿Cómo realizar un autoexamen de mama?
Examen en la ducha
Coloca tu mano derecha, con la palma plana, contra la parte posterior de tu cabeza.
Con las yemas de los dedos de tu mano izquierda, presiona suavemente y luego con firmeza contra todo tu seno derecho para detectar bultos.
Cambia de manos y repite el proceso, utilizando tu mano derecha para revisar tu seno izquierdo.
Examen en el espejo
Ponte de pie con las manos en las caderas. Revisa en el espejo cualquier cambio en la textura del seno, forma, tamaño, apariencia del pezón o secreción inusual.
Examen acostada
Acuéstate con una almohada pequeña o una toalla doblada bajo tu hombro izquierdo y coloca la mano izquierda detrás de tu cabeza.
Usa tu mano derecha para revisar tu seno izquierdo y bajo la axila. Mueve la almohada bajo tu hombro derecho. Cambia la posición de los brazos y repite el proceso usando tu mano izquierda para revisar tu seno derecho.
Recuerda hacer el autoexamen mamario regularmente y comunicar cualquier cambio que notes a tu médico.
Signos y síntomas
El autoconocimiento puede ayudarte a familiarizarte con la forma y textura normal de tus senos. Conocer esto te ayudará a identificar cualquier cambio en tus senos que deba ser reportado a tu médico inmediatamente. Si encuentras un bulto, haz una cita con tu doctor, pero es importante que no entres en pánico: la mayoría de los bultos no son cancerosos.
Cambios que debes buscar incluyen:
- Un bulto o engrosamiento en o cerca de la mama o en la zona de las axilas.
- Un cambio en el tamaño o en la forma de la mama.
- Hoyuelos o arrugas en la piel de la mama.
- Un pezón hacia adentro de la mama.
- Secreción (líquido) del pezón, especialmente si es sangrienta.
- Piel escamosa, roja o inflamación en el seno, pezón o areola (el área oscura de la piel en el centro del seno).
Es recomendable que consultes con tu médico acerca de estos síntomas. A menudo, estos no están relacionados con el cáncer, sin embargo, si notas algún cambio en tu cuerpo, es crucial informarlo de inmediato a tu proveedor de salud para que puedan ser diagnosticados y tratados adecuadamente.